martes, 2 de noviembre de 2010

La industria del papel sucumbe ante la tecnología 2.0

Que las visitas a internet, que los diarios digatales, que los I phad se venden de a miles y que en el teléfono móvil encontramos todo lo que necesitamos, incluso, para poder trabajar sin ir a una oficina o estar sentados delante de un ordenador que esté conectado a Intenet.

Todos esos avances facilitan las cosas a millones de personas a lo largo de todo el mundo y también, dan empleo a tantas otras, siempre en el marco de las nuevas tecnologías y del mundo 2.0 que comenzó allá por el año 2000 y que hoy, tiene en su primera década, ya casi todos sus ojos puestos en él.

Sin embargo no todo es bueno para este tipo de cambio en hábitos y modos de trabajo en todo el mundo, ya que essto ha traído severas consecuencias a diferentes personas y mercados de miles de año de antiguedad: las imprentas de papel y la industria papelera y sus derivados, ya que casi ni se mueve el mercado de las encuadernadoras, ensobradoras o guillotinas.

Así, mientras el mundo se mueve a través de las lecturas de diarios descargadas de modo ilegal o con algún pin comprado mediante códigos, los libros pasan a ser una reliquia de un pasado inmediato, pero al cual pocos acuden en este nuevo mundo de ordenadores.
También lo sienten los medios de comunicación en papel, que año a año ven como se bajan las ventas de sus periódicos y como aumentan la visita de esas mismas noticias una vez que están colgadas en la web, dónde se multiplican el triple en cantidad de visitas. Por eso, ya se trabaja casi al unísino en la información.

Pero esto afecto severamente la industria papelera y España tiene uno de los peores índices en ese aspecto. En el año 2000 se vendían 250 toneladas de papel para diferentes actividades que tenían que ver con libros, diarios, revistas, publicidad. Hoy, diez años después, esa cifra bajó casi a la mitad y las previsiones no son las mejores para la próxima década.

Más información: http://ditenor.com

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