miércoles, 30 de junio de 2010

Diseño: pergolas de madera y toldos no siempre se vendieron en el mismo lugar

Se dice que todo tiene que ver con todo y que la historia es la encargada de demostrar, siempre tardiamente y mirando hacia atrás, que poco hay de espontáneo entre lo que se dice y lo que se hace en épocas determinadas. Las incomodidades que van tomando forma y se comienzan a expresar terminan marcando espíritus de época. Bueno, no, la posmodernidad acabó con esa idea porque las épocas, con la historia, se terminaron. Ése es nuestro espíritu de época hoy.

   El punto es que la feria “Todo es diseño” que se encuentra abierta hasta el 29 de agosto en Madrid viene a plantear en un salón en el medio de la capital algo que se viene planteando hace años: “el diseño es una necesidad, no un lujo”. En este sentido podemos ver cómo artefactos que alguna vez fueron no más que una utilidad, fueron transformándose hasta no sólo llevar el uso, sino la estética de su parte.

   Tomar por ejemplo los casos de los toldos. Antiguamente eran no más que un horrendo cobertor de sol verde todo terreno que podía comprarse en ferreterías y tiendas de telas. Hoy se han desarrollado hasta ser un elemento de diseño que integra parte del conjunto de uso y decoración de una casa, y se comercializa junto con pergolas de madera, y aplicaciones de diseño de exteriores antes que aquella malformación que se adhería a una casa.

   El diseño es un agregado de valor y apreciación que excede con creces su mero uso comercial.

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