Madrid: tecnología, automatismos y las formaciones mínimas necesarias

Hoy nos encontramos por completo atravesados en nuestra vida cotidiana por la cuestión de la tecnología y, a la vez que la amplitud de las posibilidades en nuestras prácticas de todos los días como ser por ejemplo la disponibilidad de información a un click de distancia (¿cómo harían antaño los estudiosos para recaudar toda es información sin un laborioso y arduo acceso a… wikipedia?), también la limitación frente a factores que nos superan.

   La cuestión de la vida en un área rural (que ya no sigue siendo tan bucólica como se supone) o la vida en una ciudad también influye. No es extraño pensar en automatismos en Madrid como en casi cualquier lugar. Sin embargo en las ciudades podemos ya encontrar incursiones domésticas en la domótica, en la robotización (en tanto artefactos útiles y automáticos que realizan servicios) del hogar: sea la calefacción medida, los accesos, agendas, controles de seguridad, etc.

   Una intervención ya no será sencillamente un corte de luz; pero vale tomar en cuenta, en los casos extremos, los desfasajes técnicos que existirán entre los usuarios y los servicios y la dependencia que unos tendrán de los otros, para hacer una observancia a la delicada situación del beneficiario frente a problemas técnicos que no sepa resolver. En tal sentido valdría una formación técnica mayor de nuestros jóvenes a fin de poder solventar las distancias sociales entre usos, posibilidades e independencias.