jueves, 24 de febrero de 2011

En los últimos años el número de robos que se producen en parkings, garajes, empresas, instalaciones deportivas, entre tantos otros sitios en dónde la gente se acumula o deja sus pertenencias, han ido en aumento en todo el país. A sí lo revelan las estadísticas policiales y esto, invariablemente, también repercute en que se hace necesaria una vigilancia de estas instalaciones.

El hecho de contratar un vigilante no sólo que no garantiza que estas vigilancias se produzcan correctamente ya que estos pueden dejar zonas de las instalaciones sin vigilar ya sea por descuido, negligencia o por cualquier otro motivo, sino que además, los costes de sueldo y demás por cada una de estas personas generan un gasto que muchas veces, no se justifica, puesto que los robos siguen existiendo.

Por eso mismo, las empresas en España están cada día más volcadas a las medidas de seguridad con aplicación de la tecnología como piedra base. Hoy, un sistema de control de rondas le permite comprobar que un vigilante ha realizado las vigilancias en todos los puntos que la empresa estime oportunos y comprobar a que hora estaba en cada lugar.

Pero el desarrollo va más allá. La gran cantidad de software que se comenzaron a fabricar y diseñar con los controles biométricos, dieron resultado en el mercado pequeño y así, cada día con más las empresas y entidades que cuentan con control de acceso para empleados, de los cuales se da mediante huella dactilar o reconocimiento facial, utilizando lo que se denomina control biométrico, el cual parte de una serie de indicaciones y aspectos que no se pueden transferir de una persona a otra, ya que tiene que ver con patrones de genes y rasgos físicos únicos en los seres humanos.

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