Las últimas estadísticas del sector industrial no han sido esperanzadoras; sin embargo de nada vale ni golpearse el pecho ni rasgarse las vestiduras. Lo que tendremos que aprender nuevamente a hacer y que nuestros padres y abuelos (que no han tenido nuestras comodidades y también se las han visto con las suyas) habían criado, es la inventiva y la organización del esfuerzo en los problemas.
Conocida la generación de adultos productivos de hoy (digamos, aquellos que hoy tienen entre 25 y 40 años) como una generación pos-adolescente, nos ha tocado buscar la madurez organizativa en el medio de esta crisis que se dice la peor del capitalismo. Valga. La producción de automóviles cayó estrepitosamente y la industria inmobiliaria (y más precisamente el ala de la construcción) se las está viendo negras también.
Hay algún movimiento en lo que refiere a los suministros industriales, a las reparaciones y venta de repuestos de maquinarias y a, prácticamente, cualquier negocio online que sepa reducir los costos de distribución y los costos burocráticos de los intermediarios, y seguramente ahí comencemos a construir nuestras bases.
Nada dura por siempre y de este cráter vamos a salir, eventualmente. Sin embargo deberemos ajustarnos los cinturones y arremangarnos para encontrar soluciones y llevar a cabo las decisiones necesarias para poder llevar las riendas tensas que hoy llevan los mercados.
Conocida la generación de adultos productivos de hoy (digamos, aquellos que hoy tienen entre 25 y 40 años) como una generación pos-adolescente, nos ha tocado buscar la madurez organizativa en el medio de esta crisis que se dice la peor del capitalismo. Valga. La producción de automóviles cayó estrepitosamente y la industria inmobiliaria (y más precisamente el ala de la construcción) se las está viendo negras también.
Hay algún movimiento en lo que refiere a los suministros industriales, a las reparaciones y venta de repuestos de maquinarias y a, prácticamente, cualquier negocio online que sepa reducir los costos de distribución y los costos burocráticos de los intermediarios, y seguramente ahí comencemos a construir nuestras bases.
Nada dura por siempre y de este cráter vamos a salir, eventualmente. Sin embargo deberemos ajustarnos los cinturones y arremangarnos para encontrar soluciones y llevar a cabo las decisiones necesarias para poder llevar las riendas tensas que hoy llevan los mercados.
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